San Martín alcanzó con el alma un empate con sabor a victoria

EMPATO SOBRE LA HORA CON GERMINAL DE RAWSON
(Ciudad de Esquel, Lunes 9 de febrero de 2009).
- Tal vez el empate en dos tantos por bando no sirva para las matemáticas finales, pero de lo que sí uno puede aseverar es que el encuentro que jugó ayer San Martín, sobre todo en la segunda mitad, es para refregarse los ojos y sobre todo para aplaudir.
Es que Germinal es el equipo superior en el Grupo 4 por juego, por experiencia, por calidad de jugadores pero lo que hizo San Martín ayer en el Estadio Municipal es para prestar atención.
Mereció el empate por el temple, la fuerza, el corazón, por el alma, por querer siempre ir adelante sin importar que los de enfrente tienen categoría para salir jugando, para presionar sobre el balón para inquietar a Lefipán.
Se nota la categoría de un equipo y otro. El fútbol de Germinal y el corazón de Esquel, donde ayer se tradujo en empate.

San Martín la pasó mal en el primer tiempo. Defensivamente no anduvo bien y para colmo Germinal es un culto a la presión, a mantener la pelota en sus pies y en atacar desde todos los sectores, sin importar que ayer no jugó Lemes, el temible delantero que tiene el conjunto de Rawson.
Tras el primer gol conquistado por Castiglione, Germinal levantó el pie del aceleador y reguló sus fuerzas. San Martín no hizo un buen primer tiempo, pero tozudamente va para adelante.
Chaura quedó cientos de veces en posición fuera de juego. Troman no tuvo una jugada de real peligro y todo se basó en lo que pudiese hacer Mauro Delgado, Rodrigo Fernández o desde el fondo Daniel Monsalve junto con Juan Martín Robacio.
Germinal levantó el pie del acelerador y eso lo terminó pagando caro.
Ya en la etapa complementaria San Martín quemó todas las naves, es que ya ni el empate le servía.
Mauro Delgado demostró de qué manera se le pega a la velota desde media distancia, convirtiendo un gol de antología, pero una jugada por la izquierda y de contra (¿off side incluido?) Germinal pareció que lo liquidaba. Castiglione frente al arco no tuvo más que empujarla tras un centro de Lencina y la desazón se adueñó de la tarde de Esquel.
Pero Juan Chaura es el goleador de la cordillera y a cinco minutos del final puso la cabeza y de emboquillada derrotó a Krebs que nada pudo hacer.
De esta manera San Martín consiguió un poco más de oxígeno en esto de querer clasificar, pero si el equipo del Barrio Badén no llega, eso no importa. Porque dejando el alma como la dejó ayer vale la pena sacar una entrada y ver al aguerrido equipo de Luis Medrano.

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