Con mucho exito concluye hoy la primera semana de los Campamentos Educativos de Verano

CON INMENSA FELICIDAD, LOS 35 NIÑOS OBESOS REGRESAN ESTA TARDE A SUS HOGARES


(Viernes 12 de febrero de 2010. - Por Carlos "el Chavo" Ortiz, desde la Planta Educativa de la Villa Futalaufquen). - La patología de la obesidad es sin dudas una de las más difíciles de tratar, sobre todo con niños que no superan los 13 años de edad. Es que el sedentarismo, el desarreglo en el horario de las comidas, o el ingerir "comidas chatarras" produce obesidad y con obesidad (sobre todo en niños y jovenes) la vida se le hace a uno por demás dificil.
Es que un chico obeso tiene la autoestima baja, proporcionalmente invertida a los kilos que va subiendo. Y sin autoestima, la segregación es el paso siguiente: las burlas y la marginación termina siendo una constante en la vida de ellos.
Pero todo tiene solución, más cuando los padres de estos niños asumen que esta enfermedad es curable. Sanamente curable.
Anotarlos en un campamente educativo, lejos de sus horgares es la primera gran victoria, es asumir que en la casa se convive con la obesidad y con el sedentarismo. Por ello es más que importante que una madre pueda "despegarse" de su hijo/a por una semana y asumir que esa persona que trajo al mundo es un gordito/a.
Luego viene la parte más divertida, la de estar en un lugar de ensueños, dentro del Parque Nacional Los Alerces. En un lugar donde a los chicos se los tratan "como a reyes", pero con reglas muy bien establecidas.
La primera semana de los campamentos Educativos de Verano concluyen hoy donde un total de 35 niños obesos permanecieron desde el lunes en la Planta Educativa de la Villa Futalaufquen.
Es que este programa es un verdadero acierto de Chubut Deportes donde se afirma (y confirma) aquello de "incluir a todos para una mejor calidad de vida".



EFICIENTE GRUPO INTERDISCIPLINARIO
Cuando se habla (o en este caso se escribe) de un trabajo interdisciplinario, donde "se mezclan" médicos especialistas (en lo que tiene que ver con la obesidad) con nutricionistas y psigólogos; este equipo deber estar por demás aceitado.
Chubut Deportes tuvo la habilidad de reunir a los mejores profesionales en cada una de las ramas y con una sola mirada entre ellos, se sabe qué camino seguir.
El profesor Néstor Hughes es el coordinador de este programa en la Planta Educativa y junto a él trabajan otros profesores de Educación Física "que manejan el mismo idioma". Con "Chiche" Hughes trabajan Sandra "la turca" Salomón, Hernán De Benito y Domingo Mercado; pero no son los únicos.
Hay un médico especialista en obesidad, el Dr Fabián Hernández, quien trabaja en el periférico del Barrio Badén en Esquel. Marianela Ortega es la que cuidadosamente prepara cada una de las recetas, para que Sonia Leguizamón, la cocinera de la planta, prepare la ración justa para que "nadie repita" pero para que "nadie se quede con hambre".
Y falta una parte fundamental en esto de contener a los chicos obesos: el trabajo mental y anímico de cada uno de ellos. Por ello, Luciana Gutierrez, la psicóloga del grupo, maneja con sumo cuidado el temple de cada niño, que vienen de lugares diferentes, de situaciones económicas diferentes y que la miraban con recelo el primer día y que con el correr de las horas fueron capaces los chicos de tomarla a Luciana como "una compinche más".
"Hay una cosa que hay que enseñarle a los chicos es que "ellos pueden", destacó Luciana.
"Que si uno lo hace, el otro también lo puede hacer. Ayer (por el miércoles) después de caminar un largo trecho escalamos una montaña bastante pronunciada y uno de los chicos pudo subir y entonces el otro quiso hacer lo mismo y así todos se suben y todos se dan cuenta de que pueden hacerlo".
Esta es una pequeña gran victoria en la guerra que significa luchar contra la obesidad.
En la tarde del lunes se hizo un estudio pormenorizado de cada uno de los chicos. A cada uno de ellos se les tomó el peso, la presion arterial y alguna que otras mediciones relacionadas con la acumulación de grasa en ciertas partes del cuerpo.
Anoche, al cierre de este despacho, se les hacían los mismos estudios y la experiencia señala que en el transcurso de una semana, según la talla y el peso de cada uno de los chicos, adelgazan entre uno y tres kilos y allí la sonrisa empieza a florecer.
Ojalá, a partir de este campamento, los chicos puedan entender que el sedentarismo, los juegos de computación y la acumulacion de horas frente a la televisión es sinónimo de enfermedad. Ojalá sus padres sean concientes que a través de la actividad física, de alimentar a sus hijos con porciones adecuadas y de respetar los horarios de comida es la puerta de ingreso hacia una mejor calidad de vida.





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