Belgrano se sacó la mufa de encima y ganó un encuentro por demás soñado

EN EL MEJOR PARTIDO DE LOS ULTIMOS TIEMPOS LO SACUDIÓ A SAN MARTIN DE ESQUEL
(Ciudad de Esquel, lunes 16 de febrero de 2009). -
Con un vértigo increíble, con una cantidad infinita de posibilidades de convertir para ambos equipos y con una capacidad goleadora que hace tiempo no se ve en Belgrano de Esquel, el conjunto “xeneize” le ganó a San Martín por 3 a 2 en uno de los encuentros más dramáticos y emotivos que se vio en los últimos tiempos.
Esta victoria quedará en el recuerdo de todos los simpatizantes del conjunto del barrio Buenos Aires, por toda la previa (la anemia ofensiva y todo eso) y por lo que significa ganarle al rival de la cordillera.
Salvando las distancias, esta victoria de Belgrano sobre San Martín es la misma que se puede producir en Buenos Aires con un Boca ante River, donde el más golpeado le gana al encumbrado.

La victoria de Belgrano fue merecida, pero debió sudar más de la cuenta. Es que luego del polémico segundo gol de Walter Troman, el elenco de San Martín dejó todo en la cancha para irse precisamente de la cancha al menos con un punto en el bolsillo; pero la poca fortuna en la definición y la seguridad de Gonzalo Gruccio fueron dos cuestiones claves para que Belgrano festejara a rabiar al termino del partido.

UN GRITO AL CIELO, UN DESAHOGO

Cuando San Martín había tenido dos posibilidades muy clara para convertir (con tiro en el travesaño incluido), a los 18 minutos de la etapa inicial Gustavo Guarda prueba a Lefipán con un tiro desde afuera del área, el arquero que da rebote, rebote que fue aprovechado por Paul Crespo (quien regresaba al primer equipo) para ajusticiar al arquero de San Martín y llenar la boca con el primer grito de gol.
Pasaron casi 300 minutos para que Belgrano pudiera convertir un gol en este campeonato, por ello fue más que justificado fue el loco y emotivo festejo de los jugadores de Belgrano.
Párrafo aparte, podemos decir que si había un jugador que se merecía convertir el primer tanto, era precisamente Paul Crespo, quien tras la suspensión y luego de unas “nanas” regresaba al primer equipo de Belgrano.
San Martín asimiló el golpe y tuvo la suerte de convertir dos minutos más tarde con una polémica definición de Walter Troman, quien solo frente a Gruccio y con la complicidad del poste izquierdo, puso el transitorio uno a uno.
El partido entró en un ritmo infernal donde el medio campo era un lugar de paso.
Los arquero tuvieron que refregarse la vista y ni siquiera pestañear, porque ante la duda tenían que buscar la pelota dentro del arco, por ejemplo eso le pasó a Lefipán cuando seis minutos más tarde de la igualdad no pudo hacer nada ante un preciso cabezazo de emboquillada por parte de Lucas de Godos, para desnivelar la cuenta a favor de Belgrano de Esquel.

NICO TEJEDA, EL TERROR DEL ÁREA CHICA
Para San Martín, el tercer gol de Belgrano fue una puñalada difícil de resistir, difícil de levantarse. Quedaban tres minutos para terminar la primera mitad, cuando Gustavo Guarda ejecuta un corner desde la derecha, Nico Tejeda pone la cabeza y el delirio fue aún mayor.
De no poder convertir en todo el campeonato, Belgrano conseguía tres goles en 25 minutos de juego. Y la fiesta “xeneize” fue completa.
Ya al inicio del complemento, Luís Medrano echó mano en el jugador que más sabe con el balón. Porque con el ingreso de Víctor Antieco por González (volante por defensor), San Martín manejó el balón pero la visita se acomodó de contra y el encuentro siguió siendo por demás emotivo.
Cuando el “xeneize” estaba más cerca del cuarto gol que San Martín del descuento, otra jugada por demás polémica lo dejó a Troman sólo frente a Gruccio para derrotarlo por segunda vez y adosarle al encuentro un manto de emotividad y dramatismo por demás interesante.
La lluvia hizo su parte, es que el campo de juego se puso veloz, tan veloz como el mismo partido donde San Martín intento por todos los medios alcanzar la igualdad y Belgrano, con todos los dientes apretados, aguantó los embates del rival y trató de salir de contra, pero la suerte (esquiva en otros momentos) jugó de su lado.
Por ejemplo, un tiro cruzado de Lautaro Silva pegó en la base del poste derecho del eficiente arquero de Belgrano y cuyo rebote quedó para Juan Chaura, quien quiso asegurar y no hizo más que tirar la pelota a la calle Libertad.
El silbato de Carlos Canio fue el prólogo de un festejo por demás increíble. Belgrano sumó en la tarde del domingo tres puntos que lo mantiene en carrera en eso de clasificar, pero además su derrotado fue el mismísimo San Martín, equipo éste que le amargó en más de una tarde en los últimos tiempos dentro de los torneos locales.
Por eso vale el festejo, el llanto y el delirio; por eso vale festejar por un Belgrano que recuperó la memoria del gol, porque no hay dudas de que el gol es el momento supremo del fútbol.

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