Entre Rácing y el Fútbol para Todos

Tras la muerte del ex presidente Néstor Carlos Kirchner

Kirchner amaba a la Academia, no se mostraba en espectáculos deportivos pero fue clave para que el Estado televise los partidos de Primera División
Contrariamente a su antecesor Carlos Menem, quien solía mostrarse en pantalones cortos en una cancha de fútbol con Diego Maradona o en un rectángulo de básquetbol junto al Gigante Jorge González, Néstor Kirchner se hizo ver poco en estadios deportivos pero dio contundentes pasos desde los mismos escritorios de la política, como el acuerdo con AFA por la televisación de los partidos de fútbol de Primera División, que se firmó durante la presidencia de su esposa, Cristina Fernández. “El pueblo argentino conoce la relaciones que hay y hubo entre la AFA y el Gobierno, estábamos trabajando en conjunto”, atinó a decir Grondona.

También el ex presidente jugó fuerte por Maradona. Avaló la recepción que le hizo la gente del intendente de Ezeiza, Alejandro Granados, cuyo hijo es uno de los más estrechos amigos del entrenador, tras la eliminación del Mundial de Sudáfrica. Luego de su salida del seleccionado, Kirchner fue el primero en recibirlo en Olivos. Últimamente se supo que había dejado de jugar los picados en la Quinta de Olivos por recomendación médica, tras ser sometido a una angioplastia en setiembre. En cambio, siempre hizo pública su devoción por Racing. Ni bien fue electo presidente en los primeros fríos del 2003, se lo vio agarrándose la cabeza por una derrota albiceleste en la cancha de Racing, acompañado por otro sufrido racinguista, el sanitarista Ginés González García, quien sería su ministro de Salud y ahora embajador en Chile. En Racing pisó fuerte.

En algún acto saludó a la Guardia Imperial, la barra brava del club, y luego volvió a ejecutar su poder, eyectando a la gerenciadora Blanquiceleste e imponiendo al abogado Héctor García Cuerva como interventor. Su bunker de Puerto Madero fue desfiladero de muchos de los candidatos a presidente de Racing, siempre sin hacerse ver. Contrariamente, toda la prensa estuvo cuando aterrizó en helicóptero llevando plasmas que le había “mangueado” Ricardo Caruso Lombardi, según las propias palabras que utilizó el entrenador. “Con el fútbol sufro más que con la política”, había dicho aquel 4 de junio del año pasado. Ante DYN, Caruso Lombardi hoy en Tigre rememoró que Kirchner le dejó la “imagen de tipo de barrio”. No se hacía ver en los espectáculos deportivos.

El titular de la Asociación Argentina de Tenis (AAT), Arturo Grimaldi, reveló: “Varias veces lo invitamos a algún torneo, pero nunca fue”. Sin embargo, Kirchner siguió atentamente la sede de la final de la Davis en el 2008. Si bien desde la dirigencia del tenis nacional siempre se negó presión alguna del Gobierno, el escenario elegido fue Mar del Plata, la ciudad que adora el gobernador Daniel Scioli, pese a sus problemas con el estadio. Quedaron marginados el porteño Parque Roca, dominio de Mauricio Macri, y el Orfeo cordobés, bajo gobierno de Juan Schiaretti, por ese entonces en un nivel bajo de su oscilante relación con Kirchner. Así, el ex presidente siempre trató de mostrarse lejos de los ámbitos deportivos, pero nunca sus decisiones fueron ajenas al deporte.

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