Diario de viaje. Los hinchas: el paisaje más maravilloso

(Por Santiago Lucía, enviado especial de la Radio Pública a Sudáfrica 2010).
El paisaje más maravilloso que tiene la Copa del Mundo son los hinchas.
En procesión desfilan los simpatizantes de los países clasificados de los cinco continentes.
Todos juntos. Mezclados brasileños y coreanos, o argentinos y nigerianos.
Parte de la idiosincrasia de cada país puesta en la marcha de sus hinchas.
Las batucadas que suenan en cada esquina en la previa de los partidos de brasil.
Los gritos desaforados argentinos, las inaguantables vuvuzelas sudafricanas y las trompetas mexicanas; todo es parte del mundial que transcurre fuera de la cancha.
Cada parcialidad tiene su estilo y su particularidad, pero una se destaca del resto: Holanda.
Primero porque no hay un sólo holandes que no concurra a alentar a su selección sin algo naranja.
Todos están identificados, es una marea naranja fluor que se baja de los trenes y circula por sudáfrica.
Y segundo, y principalmente, porque la mayoría están disfrazados.
De marineros, capitanes de avión, con pelucas, anteojos gigantes o trajes de ejecutivos.
Pero siempre naranja y con cerveza en cantidades.
Siguen el partido cantando, saltando, bebiendo, pero sin nervios.
Como si estuvieran en una disco.
Bailan al compás de sus canciones.
No hay reproches para sus jugadores por más que el equipo no de respuestas.
En la tribuna de Holanda se vive "otro" fútbol.
Completamente distinto a lo que los argentinos estamos acostumbrados.





No hay comentarios.: